Nada te hará más feliz que ayudar a los demás

Por alguna razón tu prosperidad se verá reflejada proporcionalmente por lo que das a tu prójimo.

Blog Crecimiento y Desarrollo Personal

Es casi imposible hablar de ayudar a los demás sin mencionar la famosa frase de Giovanni di Pietro Bernardone o mejor conocido como; San Francisco de Asís “Porque dando es como recibimos; perdonando es como tú nos perdonas; y muriendo en ti, es como nacemos a la vida eterna.” Este destacado líder de la espiritualidad y el cristianismo de la edad media, nos ha dejado un mensaje muy profundo de solidaridad y orientación de vida para todos los seres que habitamos este mundo.

San Francisco, nos invita a desprendernos de todo lo que podamos en pro de brindar una mano a quienes lo necesiten. Aunque en lo personal no profeso la religión católica, soy un fiel creyente de que existe un ser supremo que creó el universo, la tierra y todo lo que habita en ella, por esa razón considero que Dios tiene formas muy bonitas de manifestarse y enseñarnos el verdadero valor de la vida.

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Hace un unos tres años, mientras caminaba por una aldea llamada La Gervacia en el sur del país, tuve la oportunidad de conocer a una persona muy especial llamada Doña Olga; una señora de pelo cenizo por sus canas, de edad avanzada y con una alegría envidiable. Recuerdo muy bien la primera vez que la vi... sentada en su silla de ruedas con una varita de jícaro en la mano, estaba en el solar de su casa hecha de palos y cubierta por desperdicios de láminas, cartón y bolsas de nylon de color negro; no pude evitar sentir compasión al ver las condiciones infrahumanas en las que ella vivía.

Desde el cerco de alambres de púas y palos rollizos a la orilla de la calle, le grité para saludarla, ella me contestó muy sonriente; -"buenas tardes, pase adelante”- inmediatamente mandó a una niña a traer una silla de plástico para que me sentara, la pequeñita de algunos nueve años llegó muy rápido con lo que la señora le había pedido.

Ya algunas personas que hacen labor social en la comunidad me habían hablado de la situación de Doña Olga, alguien un poco golpeada por la vida y necesitada de mucho apoyo; ese día llegué con la intención de saber en qué podía ayudarle, pero jamás imaginé la lección de vida que aprendería esa tarde.

Comenzamos a platicar con mucha confianza como si nos conociéramos de antes, aprovechando la confianza que me brindó, le pregunté con quién más vivía y me contó; que solo ellas dos porque algunos meses atrás su hija (la madre de la niña) había muerto por un accidente en el trabajo, y únicamente le había dejado la nietecita.

No podría explicar lo que sentí en ese momento, la empatía se apodero de todo mi ser, a Doña Olga le faltaba una pierna y lógicamente yo me hacía miles de preguntas, que honestamente no sabía si era conveniente hacérselas; creo que ella entendió mi silencio y comenzó a contarme como la niña se encargaba de cuidarla, hacerle la comida, incluso hasta llevarla al baño, -“perdí la cuenta de las veces que me he caído, pero mi nieta es la que me ayuda en todo” me dijo de mientras esbozaba una gran sonrisa.

Emilio y Doña Olga

Eran aproximadamente las cuatro de la tarde, como la casa sólo tenía dos paredes podía ver la cama plegable en una esquina, una hamaca guindada, una mesa de plástico y al fondo un fogón que se encontraba completamente apagado, la verdad no tuve el valor de preguntar si habían comido ese día, lo único que se me ocurrió fue mandar a comprar cosas a la pulpería más cercana y preparar algo para que pudiéramos comer mientras platicábamos, prácticamente ella fue la que más habló, no paró de contarme cosas de su vida, pero lo que hizo que ese día fuese inolvidable, es lo que me dijo en reiteradas ocasiones -“ yo paso agradecida con Dios por la vida que me dio”-.

Una vez más la vida me enseñó que cuando te dispones ayudar tú eres el mayor beneficiado; la alegría, humildad y agradecimiento que embargan el espíritu de Doña Olga, hace eco en mi memoria todos los días, ella me enseñó a valorar lo poco o mucho que tengo y que la felicidad no es una situación o una condición, sino que es una decisión personal; ella es feliz porque tomó la decisión de ser feliz, y que no importa las circunstancias que la vida te entregue, se debe ser agradecido. Quisiera hacerles una pregunta, no para que me contesten ahora, sino para que se la contesten ustedes mismos, en el silencio de su conciencia ¿Qué les hace falta para que sean felices y agradecidos?.

Las grandes oportunidades para ayudar a los demás rara vez vienen, pero las pequeñas nos rodean todos los días. - Sally Koch

Cada vez que escribo pienso que puedo ayudar a alguien, ese es el objetivo principal, quizás el brindarte unos consejos, compartirte herramientas o experiencias de mi vida; permitirán acelerar tu Crecimiento y Desarrollo Personal, para que alcances tus metas, sueños o aspiraciones y esta vez no es la excepción.

Muchas personas me han formulado de diferentes maneras, pero básicamente la misma pregunta ¿Cómo puedo ser más exitoso en la vida? Mi respuesta siempre es la misma; todos los días que salgas de tu casa, nunca regreses a ella, sin haber ayudado a alguien, esto no sólo te hará sentir feliz, sino que veras como la prosperidad llega a tu hogar de una manera inexplicable.

Crecí creyendo que cuando haces el mal, se te regresa, de esa misma forma pienso que hacer el bien multiplica las cosas buenas en tu vida. La intención de invitarte a ser más solidario; no es dejarte una connotación religiosa, económica, política o social; porque tampoco se trata de ayudar para exhibirte ante los demás, eso lejos de verse bien es execrable; lo que deseo es que ayudes a los demás desde el corazón, porque de esta forma te estarás ayudando a ti mismo, aunque parezca un pensamiento egoísta así funciona la vida porque nada te hará más feliz que ayudar a los demás.

Nunca llegues a casa sin haber ayudado a alguien. -Emilio Munguia

Desde que tomé la decisión de ayudar a los demás mi vida cambió rotundamente, espero que tú vida también esté llena de prosperidad, agradecimiento y mucha felicidad.

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